Mi viaje hacia la impresión 3D comenzó de una manera bastante inesperada. Todo se desencadenó durante una nueva etapa de exploración en busca de actividades y servicios innovadores que pudieran enriquecer mi carrera profesional. Fue mi hijo, durante su programa Erasmus en Bélgica, quien me introdujo por primera vez al mundo de la impresión 3D. Quedé fascinado por todas las posibilidades que ofrecía esta tecnología y cómo podría aplicarse en mi campo profesional.

Mi interés por la impresión 3D creció rápidamente, llevándome a realizar un curso especializado para profundizar en sus técnicas y explorar su vasto potencial. A medida que adquiría más conocimientos y habilidades, mi fascinación por esta tecnología solo aumentaba, hasta que finalmente decidí dar un paso más: compré mi propia impresora 3D.